Gobernanza de datos: cómo gestionar el “oro” de la empresa
A estas alturas es clara la importancia que tiene (o debería tener) el dato a la hora de tomar decisiones de negocio. El “oro” de la empresa, esa ingente cantidad de información relevante que se genera en el día a día, es lo que, correctamente analizado, ofrece los insights necesarios para hacer que la aguja se mueva en la dirección adecuada.
Al final, todas las empresas quieren ser “data-driven”. Pero ¿qué pasa si esos datos sobre los que se basa la estrategia empresarial no son correctos? ¿y si están incompletos o sesgados? Eso es un palo en la rueda del crecimiento del negocio. Un error de cálculo que puede salir muy caro.
Para evitarlo, las empresas se apoyan en la gobernanza de datos: una pieza clave para organizar, gestionar y maximizar el valor de sus datos.
TABLA DE CONTENIDOS
- ¿Qué es la gobernanza de datos en la empresa?
- Ubicación del dato en la estrategia empresarial
- Organigrama de trabajo
- La gobernanza de datos, siempre de la mano de negocio
- Resultados de una data governance efectiva
- Resumen
¿Qué es la gobernanza de datos en la empresa?
Cuando en consultoría hablamos de la gobernanza del dato o data governance, nos referimos al conjunto de políticas, procesos y roles diseñados para garantizar que los datos de una empresa sean precisos, consistentes, accesibles y seguros.
Y es un tema complejo, como ya comentaban en el Catálogo Nacional de Datos Abiertos , porque, sobre todo, la gobernanza del dato implica un profundo cambio de enfoque. Y este cambio pasa por dejar de ver la información como un foco de problemas, cuya gestión consume muchos recursos, y entenderla como una fuente de importantes oportunidades de mejora competitiva.
En otras palabras, se trata de comenzar a administrar los datos como el activo estratégico que realmente es, aprovechándolo eficientemente para generar valor para el negocio.
Ubicación del dato en la estrategia empresarial
La cultura del dato debe integrarse como un pilar fundamental dentro de la estrategia empresarial. Comprender el dónde, cómo y cuándo de los datos es clave para orientar las acciones necesarias y garantizar una base de datos accionable y de alta calidad.
Los datos suelen provenir de diversas fuentes, como CRM, ERP, marketing digital o IoT, y deben integrarse para maximizar su valor. Este proceso generalmente implica su transformación y unificación en una base de datos de destino bien estructurada y relacional, que servirá como punto de partida para su explotación. Este conjunto de operaciones se conoce como ETL (Extract, Transform, Load) o Extracción, Transformación y Carga.
Es esencial diferenciar entre las etapas de recopilación, transformación y preparación de los datos, y la explotación de estos a través de diversos sistemas. Si la primera etapa no se realiza adecuadamente, será muy difícil extraer todo el valor que los datos pueden aportar a la toma de decisiones. Por ello, el gobierno del dato se convierte en un elemento imprescindible para garantizar su calidad, integridad y utilidad.
Organigrama de trabajo
Generar valor para negocio a través del dato requiere de una aproximación holística. Para ello, necesitamos que la data governance se apoye en una estructura de trabajo que incluya representantes de todas las áreas empresariales implicadas:
- El gobernador del dato: es el perfil que lidera el proyecto y que debe combinar conocimientos técnicos y de negocio. Su misión es supervisar el cumplimiento de las pautas de gobernanza, evaluar los resultados y proponer las modificaciones necesarias para garantizar la mejora continua del proceso. A su vez, este perfil debe coordinarse con el gobernador digital, que tiene una visión más amplia y que vela por que esos datos aporten el máximo valor a todo el ecosistema digital, teniendo en cuenta las integraciones con los distintos activos de la empresa.
- A su cargo se encuentra el equipo de gobernanza que, dependiendo de la complejidad organizativa de la empresa, suele incluir perfiles de liderazgo ejecutivo, gerencia y administración de datos.
Esta combinación multidepartamental garantiza que las distintas áreas de negocio estén representadas por perfiles que aportan un profundo conocimiento de la empresa. De esta forma, las necesidades y fortalezas de cada departamento se tienen en cuenta a la hora de diseñar una estrategia integral, que se aleja del trabajo “en silos” para colaborar de una forma transversal mucho más enriquecedora.
La gobernanza de datos, siempre de la mano de negocio
Gracias a esta elección de perfiles, todo el equipo de trabajo tiene una meta en común: alinear datos y objetivos empresariales. Para ello, y teniendo como punto de partida los objetivos de negocio establecidos por la gerencia, la gobernanza debe definir:
- Qué datos son necesarios para una mejor toma de decisiones.
- Cómo deben capturarse, almacenarse y combinarse entre sí las diferentes fuentes de datos (arquitectura de datos, data lakes, data warehousing…).
- Cómo garantizar la seguridad en todos los puntos del flujo del dato.
- Cómo debe analizarse, a quién deben enviarse los resultados obtenidos y con qué frecuencia.
- Quién debe encargarse de cada tarea del proceso.
- Dónde se almacenan esos datos en cumplimiento de la normativa vigente (espacio europeo por ejemplo).
Este trabajo de definición es el que sienta las bases de un plan de gobernanza capaz de aprovechar el potencial del dato para realmente crear valor para negocio. Su alcance inicial dependerá de los objetivos y tamaño de la organización y puede ir desde abarcar la revisión de un único sistema a diseñar una estrategia integral entre departamentos.
Resultados de una data governance efectiva
En los proyectos en los que he estado implicado, y gracias a la colaboración e implicación del equipo de gobernanza, los resultados no se han hecho esperar. Para mí, la clave es que al aplicar un enfoque holístico al tratamiento del dato múltiples áreas de la empresa se benefician de su efecto:
- Mejora en la toma de decisiones:
Con una correcta política de limpieza, consolidación y enriquecimiento de datos logramos un aumento de la fiabilidad de los resultados, al tiempo que nos ayuda a establecer líneas de base de desempeño de procesos para facilitar la mejora continua o un acceso más estratégico al mercado gracias al conocimiento profundo de nuestros clientes (o potenciales clientes).
- Mejora de la seguridad:
No solo reducimos el riesgo de sanciones regulatorias, de paso también mejoramos la imagen de marca de cara a clientes y proveedores.
- Optimización de recursos y procesos:
Al minimizar o eliminar completamente procesos innecesarios conseguimos mejorar la eficacia del personal y la planificación estratégica.
- Maximización del valor de los datos:
Garantizar la calidad del dato hace que los análisis sean más precisos, maximizando su potencial generador de ingresos.
En resumen
A día de hoy, la cantidad de datos que un negocio genera crece exponencialmente cada año. Para muchas empresas, este volumen de información parece ingobernable y hace complejo separar el grano de la paja.
Esto supone un gravísimo problema. Cuando la falta de estrategia y metodología hace que se pase por alto un gran número de insights que ayudarían a afinar significativamente la estrategia, la productividad y competitividad del negocio se resienten. Y esto es algo que ninguna empresa puede permitirse, ni siquiera a medio plazo.
En este caso, la gobernanza de datos es la clave. Ya sea reduciendo la dependencia de terceros gracias a data lakes, migrando sistemas antiguos, consolidando información, diseñando una política de seguridad del dato, creando mejores flujos de información, optimizando el reporting… las soluciones son infinitas y cada empresa va a necesitar una a su medida.
Al final, el quid de la cuestión es ser conscientes del potencial del dato. Porque está ahí, al alcance de la mano. Listo para quien quiera (y sepa) aprovecharlo.
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