El rol del CEO y el CTO en la transformación digital
Existe muchísima literatura sobre cómo las empresas modernas deben afrontar la gestión del cambio para adaptarse eficientemente al panorama actual. Pero poco se habla del papel que desempeñan en ello dos de las figuras clave de la organización: el CEO y el CTO.
En un escenario donde, de media, el 87,5 % de los proyectos de transformación digital no logran sus objetivos y después de tantos años en el mundo de la consultoría, tengo muy claro que en muchos casos, el éxito o fracaso de un proyecto de transformación digital depende de cómo y cuánto se implican estos dos perfiles en el proceso.
Veamos, según mi experiencia, cuál debería ser su misión en esta tarea, a qué retos se enfrentan y cómo pueden superarlos.
TABLA DE CONTENIDOS
- Dos visiones complementarias para la gestión del cambio
- ¿Cuál es el papel del CEO en la gestión del cambio?
- ¿Qué objetivos tiene el CTO en la gestión del cambio?
- ¿Qué retos va a encontrarse cada uno en este proceso?
- El trabajo en equipo del CEO y el CTO
Dos visiones complementarias para la gestión del cambio
Para embarcarse con éxito en la transformación digital de una empresa, es imprescindible que el CEO y el CTO trabajen de forma totalmente sincronizada. Mientras el primero se centra en definir la estrategia empresarial, el segundo debe garantizar que la estrategia sea tecnológicamente viable. Esta simbiosis es la que logra que las cosas funcionen. Y está sobradamente comprobado.
Los datos demuestran que, alineando de esta manera sus dos roles, las empresas logran un 32 % más de ROI en sus inversiones digitales. Fácil, ¿no? Pues, como siempre, el concepto parece sencillo de entrada, pero llevarlo a la práctica es harina de otro costal.
¿Cuál es el papel del CEO en la gestión del cambio?
A nivel general, ya sabemos que este perfil es el encargado de establecer la visión y la estrategia de la empresa. Hasta aquí nada nuevo. Pero cuando hablamos de liderar la transformación digital de su organización debemos aterrizar mucho más esta idea.
Por lo tanto, para encarar este proyecto de forma eficiente, sus principales objetivos deberían ser:
- Romper silos: la necesidad de colaborar estrechamente entre departamentos debe transmitirse desde lo más alto de la pirámide jerárquica. Solo así se entenderá como algo intrínseco a la filosofía de la empresa. El cambio de mentalidad comienza aquí, y es el CEO el encargado de plantar esa semilla.
- Asignar recursos estratégicos: basándose en la visión holística que posee, debe decidir qué iniciativas potenciar para que el proyecto cuente con todo lo necesario para salir adelante. Esto incluye desde definir estrategias que aseguren la financiación a eliminar las barreras burocráticas con las que se encuentre.
- Comunicar claramente el «porqué»: explicar, de forma transparente, el motivo de las decisiones que se toman es crucial para que el conjunto de la organización entienda cuál es el objetivo buscado. Cuando comprenden cómo la transformación digital convierte los desafíos actuales en futuras oportunidades el cambio se vuelve una misión común en la que todos desean implicarse.
Decidir, liderar, inspirar. Tres ejes clave para sentar las bases de este proyecto. Si lo consigue, las posibilidades de éxito se multiplican. Veamos ahora las metas que debe alcanzar el otro componente del dueto.
¿Qué objetivos tiene el CTO en la gestión del cambio?
Como en el caso anterior, a nivel general sabemos que este perfil es el encargado de liderar la estrategia tecnológica y gestionar la innovación. Traduciendo esto al área concreta de la transformación digital, las acciones que están en su mano para asegurar que el proyecto llegue a buen puerto son las siguientes:
- Mitigar riesgos: en un panorama donde la privacidad del dato manda y los ciberataques están a la orden del día, este perfil debe velar no solo por que se implementen robustas medidas de seguridad cibernética, sino que cualquier cambio tecnológico cumpla a rajatabla con la legislación presente, y a poder ser, futura.
- Fomentar la innovación: crear equipos multidisciplinares permitirá a la empresa explorar soluciones novedosas que garanticen su escalabilidad y flexibilidad en un escenario siempre cambiante como el de hoy en día.
- Traducir el lenguaje técnico: sirviendo de puente entre IT y dirección para que la comunicación sea fluida y transparente. Inversión, estrategia y resultados deben ser entendibles también para aquellos perfiles que no son profesionales de la tecnología.
¿Qué retos va a encontrarse cada uno en este proceso?
Retos para el CEO:
– Luchar contra la resistencia al cambio: transformar digitalmente una empresa supone un cambio drástico, no solo de procesos sino también de mentalidad. Una modificación tan profunda, de entrada genera una enorme fricción que es difícil de gestionar y que puede convertirse en el talón de Aquiles del proyecto. Por eso, solo el 12,5 % de las transformaciones digitales tienen éxito. Un porcentaje bastante descorazonador, por cierto.
– No pecar de falta de alineación: muchas veces, la visión práctica se ve empañada por el último hype en el sector. Perseguir la última tendencia, simplemente porque todo el mundo lo hace, es un error demasiado fácil de cometer. Nos pierde el FOMO y quien diga lo contrario, miente. Y eso lleva a priorizar mal, poniendo los primeros de la lista proyectos que no están entre los objetivos estratégicos de la empresa.
– Huir de la visión cortoplacista: mal que le pese, la presión que sufre un CEO por conseguir resultados inmediatos se lleva fatal con la búsqueda de la naturaleza gradual del proceso. A veces, “querer correr antes que andar” lleva a tomar decisiones para “el hoy” que complican tremendamente la gestión de “el mañana”. Y es que, encontrar el tempo adecuado para cada iniciativa es algo realmente complicado.
Este panorama no es precisamente un camino de rosas, ¿verdad? Por eso, la misión del CEO en este proceso va a ser tirar de visión y habilidad para lograr que el proyecto de transformación digital triunfe. ¿Qué puede hacer para sortear los obstáculos en su camino? La recomendación es que se centre en:
- Encontrar el delicado equilibrio entre la urgencia de la transformación y la necesidad de un cambio sostenible y bien planificado.
- Ofrecer una visión meditada y sólida, sin perder de vista los objetivos a largo plazo ni sacrificar la cultura empresarial en el proceso.
- Inspirar y convencer a toda la organización, mediante el ejemplo, para convertir estos retos en oportunidades de crecimiento e innovación.
Con estos objetivos en mente, su papel abonará el terreno para cosechar el éxito del proceso. Pero, ¿y qué pasa con el otro implicado en el proyecto? Veamos con qué obstáculos se tendrá que enfrentar el CTO.
Retos para el CTO
– La brecha de habilidades: haber oído hablar de “las tecnologías emergentes” es una cosa, y saber aplicarlas en el día a día es otra muy distinta. La realidad es que dos de cada cinco empresas carecen de talento para implementar este tipo de soluciones tecnológicas. Si no contamos con la base adecuada, mal vamos.
– Integración compleja: compatibilizar sistemas heredados con nuevas plataformas supone no solo un rompecabezas técnico, sino también un dolor de cabeza financiero. Sin olvidar el impacto negativo en el negocio si las cosas se implementan mal.
– Expectativas vs. realidad: es muy fácil caer presa del entusiasmo a la hora de implementar nuevas herramientas tecnológicas. The new shiny object syndrome, que le dicen. Una vez más, el hype juega en nuestra contra y será el CTO quien deba valorar si “el nuevo juguete” del que se han encaprichado merece realmente la pena.
El terreno en el que le toca jugar al CTO tampoco es para tirar cohetes. La mitad de las veces le va a tocar hacer de “poli malo”. Entonces, ¿qué herramientas están en su mano para salir airoso de la tarea? Pues, de entrada, sus primeros pasos deberían ser:
- Ajustar las expectativas iniciales, definiendo claramente los objetivos desde el principio, sin ignorar las limitaciones técnicas y organizativas.
- Apostar por soluciones que resuelvan problemas concretos, huyendo de las promesas vacías de la última tendencia de moda.
- Marcar metas realistas y medibles para evaluar el rendimiento de cualquier adquisición tecnológica.
Una vez que hemos visto cuáles son los obstáculos que cada uno de estos perfiles debe superar, es momento de centrarnos en la hoja de ruta que tendrán que defender conjuntamente.
El trabajo en equipo del CEO y el CTO
Además de todas las tareas individuales que ya hemos visto, estos dos perfiles deben co-liderar el proyecto de transformación digital, trabajando codo a codo. Ambas visiones se complementan a la perfección y vigilarán como halcones que el plan se lleve a cabo milimétricamente, siempre en alerta ante cualquier anomalía, retraso o ineficiencia.
Para ello, deben compartir una serie de tareas imprescindibles:
- Diseñar los KPIs que sirvan para cada departamento y permitan monitorizar los avances, no solo técnicos, sino también de adopción cultural y ROI.
- Crear equipos de trabajo con líderes de todas las áreas y realizar reuniones periódicas para identificar oportunidades.
- Diseñar pruebas piloto en áreas de alto impacto para comprobar los resultados rápidamente.
- Celebrar victorias tempranas que refuercen la confianza en el proceso.
- Invertir en cultura data-driven para tomar decisiones basadas en datos contrastados.
La lista no es corta. Pero estos esfuerzos conjuntos van a ser una de las piezas más importantes a la hora de lograr que la inversión en la transformación digital de su empresa sea realmente eficaz, duradera y rentable.
No es una tarea fácil, pero siguiendo la ruta marcada, los primeros frutos están a la vuelta de la esquina.
¿Tienes un reto digital?
En Soolvers siempre estamos dispuestos a ayudarte a encontrar la solución perfecta.